Desde hace unos 6000 años los Madan del Iraq meridional aprovechan unos juncos gigantes (qasab) que crecen junto al Tigris y Eufrates que llegan a alcanzar unos 7 metros de altura. En las marismas de las confluencias de los dos rios se realizan ( o mejor dicho: se realizaban) construcciones vegetales sobre islas flotantes de juncos que llegan a sobresalir unos dos metros con respecto al agua, estas islas se consiguen por la superposición de capas de qasab. Son construcciones de los árabes madan o árabes de los pantanos que basaban su vida en el cuidado de los rebaños de bufalos de agua y en la recolección de cañas para fabricar esteras. La imagen de las viviendas actuales es muy parecida a las representadas en los sellos cilindricos y en los relieves de piedra del período de Uruk, hace unos cinco mil años.
Los juncos los cortan agrupándolos en haces y clavándolos en el suelo en dos hileras paralelas, separados la distancia de la construcción a realizar. Se van atando en grupos de a dos enfrentados y unidos en su parte alta a modo de atado de plantas vivas debidamente ordenadas. Sobre el conjunto de arcos se dispone una ligera armadura horizontal sobre la que se colocan esteras; de esta forma se consiguen unas construcciones denominadas mudhif. En sus frentes un importante trabajo de trenzado del junco en función de la importancia que tenga la edificación y que permite una ventilación cruzada a través de sus huecos y la concentración de la iluminación del espacio interior. Para dar mayor consistencia estas fachadas se recurre a formar otros haces de juncos dispuestos a modo de refuerzo vertical.
El junco es un material que se degrada y que permite la cría de muchos insectos, al mismo tiempo que tiene una unas caracteristicas favorables para inflamarse; pero la facilidad de la recogida de los juncos y la velocidad con la que se podían construir estas edificaciones superaba los problemas que podía presentar. Fruto de esta facilidad de construcción es el tamaño importante que adquieren estas construcciones. Estas viviendas llegan no solo a una gran altura sino también a una enorme longitud, pudiendo en ocasiones llegar a medir 36 metros.
Posiblemente sus formas han sido las generadores de la aparición de las bóvedas realizadas con ladrillo para simular las características espaciales de los Mudhif pero realizandose con materiales de mayor duración.
Aunque pueden ser construcciones sobre el agua al igual que las del lago Titicaca, el tamaño del junco hace que puedan ser planteamientos distintos por la forma en la que se configura el soporte que hace mantener el entramado vegetal en pie. La diferencia en el soporte estructural permite una configuración espacial absolutamente distinta pero obliga a los Mudhif a requerir el auxilio de pieles o lonas para conseguir una protección adecuada de la cubierta frente a la lluvia.
Documento extraído de:
http://tectonicablog.com/?p=45785
No hay comentarios:
Publicar un comentario