Publicado por: mimbrea
Os presentamos un paso a paso sobre tratamiento natural de
aguas residuales de David Sánchez de la empresa la Gota. David y su
equipo son expertos en sistemas naturales de gestión y tratamiento de
aguas. Esperamos que os sea de utilidad.
Tradicionalmente, el acceso al agua en el ámbito doméstico
nunca presentó las facilidades que existen en la actualidad, por lo que su uso
era mucho más limitado y racional: ni se generaba una cantidad de agua residual
tan elevada, ni esta agua presentaba una composición tan compleja.
Con las infraestructuras actuales, en cuanto a redes de
abastecimiento de agua potable y de evacuación de las aguas residuales, se ha
impuesto la utilización de este recurso (el agua) como medio de transporte
de una fracción importante de los residuos que generamos cotidianamente en
nuestros hogares. En efecto, la gestión de las aguas residuales representa una
problemática específica, no sólo por el impacto que tienen los vertidos sobre
el medio ambiente, sino también por la cantidad de recursos que se emplean para
su depuración.
El presente artículo está enfocado de una manera más
ecológica que ambiental, planteándonos cómo integrar las aguas residuales
domésticas con nuestro entorno más inmediato, para poder aprovechar todos estos
residuos/recursos de forma cíclica. Un aspecto importante de esta integración
es evidente: dar al agua una calidad mínima que permita su reutilización como
agua de riego, limpieza u otros usos no potables. Pero aún con la importancia
que tiene la reutilización del agua tratada, por el ahorro de agua para riego
que ello significa, paralelamente se está desarrollando otro ciclo de gran
importancia, que es la recirculación y reutilización de los nutrientes.
0. Situación previa
Las viviendas construidas en núcleos aislados (e incluso en
urbanizaciones antiguas) no suelen disponer de conexión a la red de
alcantarillado. En general, las aguas residuales se recogen en un colector que
vierte en elementos empotrados en el suelo (pozos ciegos o negros), con el
único fin de drenar el agua.
Actualmente, la actividad doméstica genera una gran cantidad
de agua residual, con lo cual dichas estructuras quedan obsoletas, se colmatan
de sólidos, pudiendo provocar malos olores e incluso encharcamientos en
superficie. Estos vertidos “incontrolados” pueden alcanzar, además, el nivel
freático, contaminando fuentes propias de abastecimiento, como son los pozos.
Muchos de estos sistemas no cumplen los actuales mínimos legales y en obra
nueva se debe incluir sistemas de tratamiento adecuados.
1. ¿Qué decisiones
previas ha de tomar el usuario?
La ubicación de un sistema de tratamiento de las aguas
residuales es fundamental para el buen funcionamiento del sistema, deberá tener
en cuenta:
- El trazado del colector de aguas residuales hasta el
punto de vertido. A lo largo de este trayecto podremos interceptar la conducción
y reconducirla hacia la zona elegida.
- La pendiente del terreno, para favorecer que el transporte
de agua se efectúe por gravedad. En caso de no disponer de una parcela
disponible por debajo del punto de vertido, se deberá plantear un pozo de bombeo.
- El tipo de terreno. Si existen afloramientos de roca, o se
garantiza la estabilidad de los taludes serán factores importantes.
- Garantizar una suficiente insolada del estanque de
tratamiento, ya que en gran medida los procesos de depuración natural dependen
de la fotosíntesis y otros procesos que requieren sol.
- La superficie disponible, no sólo para la construcción del
estanque en sí, sino también de una zona de paso en todo su perímetro para
poder trabajar cómodamente.
- La proximidad a la vivienda no es un factor crítico, ya
que son sistemas que, bien dimensionados y con un mantenimiento adecuado, no
provoca olores desagradables.
- Aspectos estéticos y de seguridad; haremos un elemento
húmedo en la finca, pero que contiene residuos.
- Considerar la finca globalmente, especialmente otras
captaciones de agua (minas, pluviales, etc.) y zonas con requerimientos como
jardines o huerto. Parándose a pensar en las necesidades de agua de la finca y
los recursos, se encuentra la manera de gestionarlas de forma global y
sostenible, de manera que los diferentes elementos queden lógicamente
integrados.
2. ¿Entre qué
sistemas puedo elegir? Ventajas y desventajas.
Existen muchas técnicas válidas para el tratamiento de las
aguas residuales, y según se combinen pueden llegar a alcanzar unos
rendimientos de tratamiento tan elevados como se requiera. Cada una de ellas
presenta ventajas e inconvenientes en su construcción, operación y
mantenimiento.
El sistema en su conjunto utilizará varios de los elementos,
que explicamos a continuación, combinados según los condicionantes:
Fosa séptica
Se trata de un tanque impermeable que favorece el
avance lento del agua residual en su interior, de modo que los sólidos en
suspensión decantan hacia el fondo del depósito. En el mismo, se acumulan en
superficie las grasas y demás elementos flotantes. Bacterias anaeróbicas
crecerán consumiendo parte de los residuos, dando un primer tratamiento al
agua.
En general, se recomienda su instalación como elemento
previo a cualquier sistema natural de tratamiento, debido a su gran
capacidad homogeneizadora de la carga contaminante. Una fosa séptica
dimensionada adecuadamente, puede reducir la carga contaminante del agua
residual en un 30% y, en efecto, permite ajustar las dimensiones de
los tratamientos posteriores por estanques.
Sistemas de “paquete”
que incluyen fosa séptica y filtro biológico
Consisten de dos elementos, el primero una fosa séptica
estándar, seguida de un filtro de material plástico por donde
percolará el agua (se regará). Este filtro será colonizado por microorganismos
en presencia de oxígeno lo que elimina ciertos nutrientes y mejora la calidad
sanitaria del agua tratada.
No somos muy partidarios de estos sistemas, puesto que sólo
presentan un buen rendimiento durante los primeros meses, pasando luego a
funcionar como una fosa séptica sin más.
Sistemas de oxidación
total
Estos sistemas pueden incluir o no una fosa séptica previa,
pero se basan en introducir grandes cantidades de aire a un depósito (como
los fangos activados de una depuradora convencional).
Consiguen buenos rendimientos de depuración y
desinfección, pero presentan los clásicos inconvenientes de la depuración
convencional: alto consumo energético, generación de fangos y mantenimiento
elevado por los equipos mecánicos.
Sistemas naturales de
tratamiento
Son aquellos que recrean sistemasacuáticos a pequeña escala para lograr la depuración y la eliminación
de las sustancias contaminantes, a través de mecanismos y procesos que se dan
espontáneamente en la naturaleza. Se trata de zonas húmedas (estanques,
lagunas, graveras, etc.) con una gran cantidad y variedad de plantas
acuáticas, de modo que se integran completamente en la jardinería de la finca.
Los procesos de depuración que se establecen en cualquier
sistema natural de tratamiento son el resultado de la interacción de numerosos procesos
físicos, químicos y bióticos que suceden de forma simultánea, donde la
contaminación no se “elimina” sino que sencillamente, se “transforma”. De tener
la materia orgánica en forma de contaminación del agua (restos de comida,
excretas, jabones, etc.) pasa a quedar fijada en los tejidos celulares de
bacterias, algas, plantas y demás fauna vertebrada e invertebrada.
- Estanques
Son los ecosistemas acuáticos en que gran parte de la lámina
de agua queda a la vista y donde las plantas acuáticas se ubican en los
márgenes y en sectores determinados del mismo, dejando amplias zonas
desprovistas de vegetación para permitir la incidencia de la luz solar
directamente sobre la columna de agua.
Entre las ventajas se destacan:
- No requieren aporte externo de energía ni de equipos
mecánicos.
- Simplicidad de operación y mantenimiento.
- Garantizan un buen funcionamiento y estable a lo largo del
tiempo.
- Permiten su integración en la finca como jardines acuáticos
con un valor paisajístico y que, a su vez, permitirán la reutilización de las
aguas tratadas en el mismo lugar donde se generaron.
- La principal desventaja de este sistema es el requerimiento
de terreno: los procesos se realizan con energía captada pasivamente por algas
y plantas, requiriendo así suficiente superficie de contacto entre el medio y
el elemento a tratar.
- Filtros de grava
Los procesos que ocurren en este sistema son muy similares
al descrito para los estanques. La principal diferencia viene dada por la
presencia de un sustrato granular (generalmente, gravas de cantera)
por donde circula el agua sin aflorar a la superficie. Este sustrato permite
mayor población de microorganismos degradadores, siendo así un sistema más
intensivo que los estanques, con menos superficie se consigue la misma
capacidad de depuración.
Si bien la principal ventaja respeto a los sistemas por
estanques es la menor ocupación de espacio, son sistemas que necesitan
tener en cuenta más factores en el diseño, ya que una carga excesiva o una
mala distribución del fluido en el sistema pueden dar problemas de saturación
del medio filtrante y proliferación de olores.
- Zanjas de
infiltración
Se trata de unos canales enterrados, rellenos de grava y
semi-impermeabilizados para permitir que el agua se infiltre controladamente en
una porción de terreno significativa. Alrededor de la zona de infiltración se
puede plantar especies
vegetales que soporten altas cargas orgánicas, como por ejemplo sauces,
árboles frutales, etc. Al entrar en contacto con el suelo, las bacterias del
mismo y la vegetación cercana a estas zanjas húmedas prosiguen con el
tratamiento del agua antes de que alcance el nivel freático.
No son estrictamente sistemas de tratamiento, sino sistemas
de drenaje controlado de aguas residuales pretratadas, generalmente, en fosas
sépticas. Las zanjas de infiltración son una alternativa legal (ver
apartado 4) cuando no disponemos del espacio suficiente para construir una
depuradora natural completa.
Como ventaja principal es un sistema que queda completamente
enterrado pudiendo aprovechar así zonas muertas de la finca para situarlo
y reaprovechar indirectamente una parte del agua para mantener una zona
ajardinada.
3. Factores a tener
en cuenta para elegir el sistema: tipo de aguas a depurar, dimensiones
necesarias, economía…
A la hora de elegir el sistema es muy importante realizar
una visión global, tanto de las necesidades de la finca como de los
recursos disponibles. Tratando el problema de manera global podremos ir
realizando la solución mediante fases a medida que el presupuesto nos lo
permita, de manera que maximicemos el rendimiento de la instalación.
Es muy importante tener en cuenta la previsión futura de
personas máximas que se puedan alojar en la vivienda, ya que ampliar una
depuradora supone un mayor coste si no se ha previsto anteriormente.
Si es construcción nueva, a partir de un cierto tamaño de
instalación, se puede realizar la separación
de aguas grises y negras en origen, siendo una manera óptima de tratar
el agua cuando se tiene un cierto volumen. Eso sí, no suele ser recomendable a
nivel económico, para casas aisladas pequeñas, supone dobles conducciones y
sistemas de tratamiento.
En el caso de aguas negras, un buen enfoque es el tratamiento
en seco. En cualquier caso, se debe destacar que el sistema se diseña
para tratar las aguas residuales estándares, conteniendo aguas negras, grises,
detergentes y demás compuestos.
En cuanto a los requerimientos de superficie, se pueden
requerir de unos 4m2/habitante hasta 10m2/habitante, dependiendo del
sistema escogido y otros condicionantes. Esta superficie puede ser vista o
subterránea en el caso de los sistemas de infiltración controlada.
4. Situación legal de
estos sistemas
Los sistemas de tratamiento ecológico del agua son
ampliamente aceptados como sistemas de tratamiento y se pueden combinar
con los sistemas convencionales para mejorar el rendimiento o reducir los
costes de funcionamiento.
Además son sistemas especialmente aptos para disminuir
la presencia de nutrientes (causantes de la eutrofización) y garantizar la
calidad sanitaria del agua de salida. Por lo que se suelen recomendar en espacios
protegidos o sensibles por la misma administración.
A nivel legal, para casas aisladas se suele requerir
sólo un sistema de fosa séptica complementado con un sistema de infiltración,
pero se pueden hacer ya sistemas completos con estanque o filtros de grava.
Para poblaciones de unos 30 habitantes equivalentes (casas de turismo rural o
similar) ya se exige cierto sistema de tratamiento y se controla el punto de
vertido.
Cuando el vertido se efectúa en zonas sensibles a la
eutrofización (Parques Naturales, zonas vulnerables, etc.) la administración
exige que el sistema de tratamiento incluya algún tipo de elemento capaz de
estabilizar el agua residual y reducir la concentración de nutrientes. Mediante
la incorporación de estanques y/o filtros de gravas a continuación de la fosa
séptica, se alcanzan los requerimientos legales de vertido.
5. ¿Qué tipo de
permisos o papeleo necesito realizar? ¿Qué técnico me puede asesorar?
Las instalaciones de depuración de aguas residuales deben
tramitarse delante de la administración pública, con el fin de obtener el
permiso de vertido. Para ello, es necesario desarrollar un Proyecto firmado
por un técnico inscrito en el Colegio Profesional que corresponda. Al ser un
ámbito de actuación pluridisciplinar, dicho técnico puede ser ingeniero,
arquitecto o biólogo.
Por lo que respecta a la instalación del sistema, gran
parte de las actuaciones se corresponden a trabajos del ramo de la
construcción/albañilería/fontanería (movimientos de tierras,
impermeabilización, tuberías, fosa séptica, áridos, arquetas, bombeos, etc.) y
a trabajos de jardinería (acabados manuales, plantación de vegetación acuática,
etc.)
6. ¿Cómo afectará la
instalación a la vivienda?
Convencionalmente nos planteamos el tratamiento de las aguas
residuales como una acción de mejora ambiental lineal y desconectada de su
entorno. Depuramos para no dañar el río y que nuestros residuos no perjudiquen
el entorno. Pero casi nunca nos planteamos el tratamiento de las aguas
residuales como un mecanismo de ahorro, no tan solo del agua sino también
de los nutrientes que componen nuestra “contaminación”.
Mediante la utilización de sistemas naturales de
tratamiento, se obtienen los siguientes productos:
- Agua fertilizada,
para reutilizar en el riego de áreas agrícolas, jardinería, etc.
- Biomasa vegetal,
proveniente de la poda anual de la planta acuática. Se puede añadir a la pila
de compostaje y/o directamente como mulching en el huerto. Algunas
variedades de planta acuática también se podrán aprovechar como forraje animal.
- Lodos mineralizados,
provenientes de la fosa séptica y del fondo del estanque. Se añaden a la pila de
compostaje para su posterior aplicación, una vez estabilizados, como enmienda
de suelos.
7. ¿Qué mantenimiento
necesitará?
Gracias a la ausencia de componentes eléctricos y mecánicos,
los sistemas de depuración natural tienen un mantenimiento bien
sencillo: únicamente necesitan una poda de la planta acuática una vez
al año, normalmente a finales de verano/principio de otoño.
En el caso de disponer de fosa séptica, el
mantenimiento se reduce al vaciado de lodos cuando estos lleguen a dos
terceras partes de la primera cámara. Este volumen de sólidos suele alcanzarse
al cabo de 1 a 2 años de funcionamiento.
En caso de trabajar con estanques, las extracciones de
lodos se suele establecer en el rango de 10 a 15 años.
Esperamos que este paso a paso os haya sido útil y ya sabéis
que si tenéis cualquier duda sobre depuración de aguas, podéis comentarnos o plantearla en
el formulario. Nuestros expertos responden.
Imágenes: la Gota