Publicado por: http://www.ecohabitar.org
Había una vez una casa de cuentos de hadas… que sólo costó
unos US$4.700.
Aunque lo del precio parezca ficción, la vivienda -funcional
y práctica- existe, y fue levantada en Gales, un país del Reino Unido famoso
sus mitos, sus leyendas y por su alto número de castillos medievales.
El creador de la casa, Simon Dale, no es arquitecto ni
ingeniero, sino un fotógrafo interesado en la ecología y quien se valió de
materiales locales como piedra, madera y paja.
Además utilizó objetos y materiales reciclados e instaló un
panel solar para suplir las necesidades de electricidad.
Concebida para el disfrute de sus hijos pequeños, de siete y
ocho años de edad, y para vivir lo más cerca posible de la naturaleza, la casa
posee un jardín en el techo que, además de elemento decorativo, funciona como
aislante contra el frío y el calor.
Fue excavada en las laderas de una colina, usa piedra y
barro para los muros los contención e incorpora en su estructura piezas de
roble recogidas en los bosques cercanos.
El suministro de agua se vale de la gravedad y se alimenta
de manantiales de la zona.
En cuando a las instalaciones de plomería y cableado, Dale
se abasteció de piezas que habían sido desechadas por otras personas y que
pueden ser halladas en cualquier basurero, en cualquier lugar.
Un sueño
Dale le explicó a BBC Mundo que la motivación inicial para
construir la casa fue “la necesidad de dar alojamiento a su familia de una
manera accesible”.
En sus palabras: “La casa fue levantada con un máximo de
interés por el cuidado del medio ambiente lo cual nos da la oportunidad única
de vivir muy cerca de la naturaleza”.
La idea que los animó a él y a su familia fue “disminuir el
consumo de energía e incrementar drásticamente la productividad de la tierra”.
Además de las consideraciones prácticas y ecológicas, hubo
otra razón para edificar la casa: “Es divertido”, añadió Dale.
“Vivir la vida a tu manera, como lo deseas, es gratificante.
Hacer lo que soñamos es lo que nos mantiene espiritualmente vivos”, dijo.
Aldea ecológica
Y el éxito de su casa de cuento de hadas ha derivado en un
proyecto mayor.
Ahora Dale y su familia trabajan en la consolidación de un
programa de vivienda del denominado proyecto Lammas, un “aldea ecológica” de
“bajo impacto” medioambiental.
Con la experiencia de ya haber construido tres casas,
laboran con otras nueve familias -cada una poseedora de una extensión de dos
hectáreas y media- en la fabricación de nuevas viviendas sostenibles.
La construcción de las viviendas se combina con la obtención
del sustento mediante el cultivo de la tierra y la cría de aves en áreas de uso
común.
Así los involucrados en el proyecto buscan demostrar una vez
más que no sólo los materiales reciclables y los productos sostenibles son
rentables, sino que también lo es la imaginación.
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