lunes, 27 de enero de 2014

Construcción Vivienda Unifamiliar de BALAS de PAJA, Fase IV: Tabiquería, Instalaciones y trabajos de preparación para revoco.

En la anterior visita dejamos a los amigos de Okambuva levantando los muros de paja, así que ahora nos toca “vestir” esos muros.

Antes de eso hay que realizar unos cuantos trabajos previos:

Tabiquería

La tabiquería está conformada por un entramado ligero de postes y tablero de madera relleno de paja. Este entramado alberga también el paso de las diversas instalaciones.



Esta tabiquería se recubre con cañizo para garantizar la adherencia del revoco en superficie.


Paso de las instalaciones

Las instalaciones eléctricas quedarán empotradas en el muro de paja, mientras que las de saneamiento y fontanería quedan por debajo de este.


Esquinas y encuentro de materiales.

Todos estos detalles son importantísimos en la construcción con paja, hay que reforzar esquinas y facilitar el agarre del revoco en los encuentros entre los distintos materiales, para ello es necesaria la colocación de mallas.


La malla de yute es la más apropiada por ser una material natural, pero en este caso, la resistencia de esta malla no permitía las tracciones en algunos puntos como esquinas y encuentros de carpinterías, por lo que se ha usado conjuntamente con mallas plásticas.


Cierre de juntas y preparado de maestras

Para evitar problemas de agarre del revoco base hay que realizar ciertos trabajos de pre-revoco, utilizando una mezcla de arcilla y paja, se van cerrando todas las juntas entre balas y preparando las maestras para determinar el espesor del revoco base.



Y muy importante, proteger la paja del viento y la lluvia mientras espera la llegada del revoco…


Nos vemos revocando!!

Sigue el proyecto de construcción en: Vivienda de Balas de Paja

viernes, 17 de enero de 2014

Las fantásticas casas que desaparecían, ahora fascinan.


Publicado por: http://www.bbc.co.uk

La última moda entre quienes compran propiedades en el sur de Italia no son las villas rústicas o las casas rurales, sino unos antiguos cobertizos de campesinos que no estarían fuera de lugar en una escena de El Señor de los Anillos.

Los trullos (trulli, en italiano) son característicos de la región de Puglia -el tacón de la bota de Italia- y, de hecho, sólo existen en el Valle de Itria. Son edificios redondos de piedra caliza, con tejados cónicos que combinan su función histórica con un aire mágico.

Desperdigados en el paisaje, aislados o agrupados, con un cono y hasta una docena de ellos, parecen castillos rústicos en miniatura, como los de los cuentos de hadas. Es como si Asterix se metiera en el mundo de Disney.

Su humilde encanto de los cobertizos enamora.

Originalmente no eran más que casuchas usadas por los campesinos para guardar sus herramientas o cobijar a los animales y están fabricadas con la misma técnica de piedra que se usa para los muros que demarcan los olivares.

No tienen cemento, simplemente consisten de piedra caliza de la zona cortada en bloques grandes y pesados llamados chiancarelle que se colocan cuidadosamente para hacer la perfecta estructura hermética.

Se dice que allá por el 1600, cuando había un impuesto para las construcciones nuevas, los vecinos de la zona construían los trullos para poderlos desmantelar cuando llegaran los inspectores y volverlos a construir una vez que se hubieran ido.

El renacimiento del trullo

Originalmente, los trullos les servían a los campesinos como cobertizos.

Mientras los vemos, el agente inmobiliario Alessandro Melpignano nos habla entusiasmado del renacimiento del trullo. Se convirtieron en casas de vacaciones de moda cuando los Trullos de Alberobello fueron designados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996.

"Ahí es cuando el mercado realmente despegó", explica. Los primeros que vinieron a comprar fueron los alemanes, pero se cansaron rápidamente de los robos que ocurrían en las residencias. Los británicos les siguieron de cerca.

"Pero ellos se han quedado", afirma Melpignano. "Y siguen comprando. Los vuelos baratos a Bari y Brindisi ayudan a que sigan viniendo".

Renovar un trullo cuesta cerca de US$20.000.

Los trullos necesitan renovarse cada 100 ó 150 años. Toma cerca de un mes reconstruir el cono y cuesta cerca de US$20.000.

¿Hay expertos para renovar y reconstruir los trullos? "¡Oh, sí!", dice sonriendo. "Les llaman trullaros, y yo conozco a un maestro trullaro."

A la mañana siguiente voy a buscar a Giovanni d'Errico y lo encuentro, como era de esperar, construyendo un trullo.

Si hay alguien que encaja en esa tarea es d'Errico, que tiene un parecido asombroso con un Hobbit.

Me cuenta que siempre ha sido un apasionado de los trullos, pero que cuando era joven a nadie le importaban. "Estaban prácticamente abandonados, en ruinas. La gente los veía como cobertizos para los pobres".

"Me hice trullaro hace unos 20 años. Antes era albañil. Cuando comencé, sólo quedaba un trullaro en esta zona. Era una profesión en extinción. Ahora somos muchos".

Me pregunto si d'Errico piensa que los turistas están locos por enamorarse de unos viejos cobertizos de campesinos. Sin embargo, dice que está completamente agradecido. "Nos dieron trabajo y un poco de bienestar, hicieron que tierras abandonadas volvieran la vida".

"Aunque se ha ralentizado con la recesión y los altos impuestos para los propietarios de casas, nuestra profesión continúa creciendo. No hago una fortuna con mi trabajo pero me encanta. Es bonito que todo el mundo quiera un trullo".

Para Giuseppe Miccolis, otro maestro especializado en trullos históricos, "el problema es que cualquiera puede presentarse como trullaro sin una formación oficial ni cualificación".

Miccolis, que viene de una familia de trullaros, se dedica a esto desde que era pequeño. "Cuando tenía tres años, jugaba con las piedras. A los 14 empecé a trabajar", afirma.

Considera su oficio un arte y una pasión. Pero eso está mezclado con decepción y frustración. "No se trata sólo de los autodenominados trullaros no cualificados, sino también de quienes los construyen de manera ilegal sin respetar el paisaje".

Sin embargo, Miccolis está decidido a conservar su querido oficio artesanal. Empezó llevando a los estudiantes en excursiones en las que les enseñaba los trullos históricos y les explicaba y mostraba cómo se construían.

"Espero inspirar a los niños locales a desarrollar la pasión que pasó en mi familia de generación en generación. Voy a organizar paseos para los turistas también", dice. "¿Por qué no vuelves a uno?". Se me encienden los ojos. "¿Cuándo?".


Los trullos de Alberobello

"Es una de las áreas urbanas mejor conservadas de este tipo en Europa. Sus características especiales y el hecho de que las edificaciones estén todavía ocupadas, los convierten en algo único.

También representa la supervivencia de unas destacables técnicas de construcción prehistóricas.

Según la tradición, se obligaba a los colonos a construir los muros de piedra seca para poderlos desmantelar rápidamente. Eso tenía dos propósitos: los propietarios reacios podían ser desposeídos más fácilmente y, después, podían evitar pagar impuestos en nuevos asentamientos. En ese caso, las edificaciones podían ser reconstruídas igualmente de manera muy rápida".

Fuente: UNESCO

miércoles, 15 de enero de 2014

Una casa de cuento de hadas… y por un módico precio.


Publicado por: http://www.ecohabitar.org

Había una vez una casa de cuentos de hadas… que sólo costó unos US$4.700.

Aunque lo del precio parezca ficción, la vivienda -funcional y práctica- existe, y fue levantada en Gales, un país del Reino Unido famoso sus mitos, sus leyendas y por su alto número de castillos medievales.

El creador de la casa, Simon Dale, no es arquitecto ni ingeniero, sino un fotógrafo interesado en la ecología y quien se valió de materiales locales como piedra, madera y paja.

Además utilizó objetos y materiales reciclados e instaló un panel solar para suplir las necesidades de electricidad.

Concebida para el disfrute de sus hijos pequeños, de siete y ocho años de edad, y para vivir lo más cerca posible de la naturaleza, la casa posee un jardín en el techo que, además de elemento decorativo, funciona como aislante contra el frío y el calor.

Fue excavada en las laderas de una colina, usa piedra y barro para los muros los contención e incorpora en su estructura piezas de roble recogidas en los bosques cercanos.

El suministro de agua se vale de la gravedad y se alimenta de manantiales de la zona.


En cuando a las instalaciones de plomería y cableado, Dale se abasteció de piezas que habían sido desechadas por otras personas y que pueden ser halladas en cualquier basurero, en cualquier lugar.


Un sueño

Dale le explicó a BBC Mundo que la motivación inicial para construir la casa fue “la necesidad de dar alojamiento a su familia de una manera accesible”.

En sus palabras: “La casa fue levantada con un máximo de interés por el cuidado del medio ambiente lo cual nos da la oportunidad única de vivir muy cerca de la naturaleza”.

La idea que los animó a él y a su familia fue “disminuir el consumo de energía e incrementar drásticamente la productividad de la tierra”.

Además de las consideraciones prácticas y ecológicas, hubo otra razón para edificar la casa: “Es divertido”, añadió Dale.

“Vivir la vida a tu manera, como lo deseas, es gratificante. Hacer lo que soñamos es lo que nos mantiene espiritualmente vivos”, dijo.


Aldea ecológica

Y el éxito de su casa de cuento de hadas ha derivado en un proyecto mayor.

Ahora Dale y su familia trabajan en la consolidación de un programa de vivienda del denominado proyecto Lammas, un “aldea ecológica” de “bajo impacto” medioambiental.

Con la experiencia de ya haber construido tres casas, laboran con otras nueve familias -cada una poseedora de una extensión de dos hectáreas y media- en la fabricación de nuevas viviendas sostenibles.

La construcción de las viviendas se combina con la obtención del sustento mediante el cultivo de la tierra y la cría de aves en áreas de uso común.

Así los involucrados en el proyecto buscan demostrar una vez más que no sólo los materiales reciclables y los productos sostenibles son rentables, sino que también lo es la imaginación.