Ya hace unos meses conocimos en Sástago a Antonio, uno de los mejores zahories de Aragón.
Estuvimos en su casa y nos contó cómo durante años había estado marcando cientos de pozos por toda la provincia.
Nos hizo una demostración sencilla de la utilización del péndulo y nos contó un montón de historias sorprendentes.
De ahí salió la idea de hacer una salida de campo para mostrarnos sus habilidades.
En nuestra primera salida, elegimos un sitio en el que seguro tendríamos presencia de agua, pues lo que aprendimos es a buscar los niveles, es decir, a que profundidad empezamos a tener agua y la profundidad de la veta de agua.
El lugar elegido es la ribera del Ebro a su paso por Sástago.
Cómo se miden los niveles? Pues en una mano el Zahorí sujeta el péndulo y en la otra se le van echando monedas de cobre, cada moneda suma un metro de profundidad.
En el momento en que el péndulo empieza a oscilar se cuentan las monedas que el zahorí tiene en la mano, y esa es la profundidad a la que nos aparece el agua. Seguimos echando monedas, mientras el péndulo sigue oscilando, eso significa que seguimos teniendo agua. Cuando el péndulo se detiene dejamos de tener agua. En ese momento, el número de monedas coincide con la máxima profundidad de la veta de agua.
Antonio nos explica que no tienen porqué ser monedas, pero que éstas tienen el peso justo (10 gr) que es el apropiado para medir la profundidad de un metro.
El que haya visto recientemente la película El Sur de Victor Erice, recordará que es el mismo método que utiliza su protagonista (película muy recomendable por cierto……).
Elegimos varios puntos, que van descendiendo hacia el cauce del rio, el primer punto marca agua a los 22 metros y deja de marcar a los 38 metros, sobre los 30 metros aparece un "exceso de agua", y es el momento en el que la oscilación del péndulo es mayor.
Con estos datos podemos incluso deducir el tipo de terreno sobre el que nos encontramos, en este caso nos dice Antonio que nos encontramos sobre una veta de gravas.
El segundo y el tercer punto se encuentran más o menos a la misma distancia del cauce del rio, un poco más cerca que el primero, el agua la marca a los 16 metros y deja de marcar a los 23, en todo momento la oscilación del péndulo es moderada, por lo que se supone que nos encontramos con un terreno de arcillas duras o “buro”, como se conoce por esta zona.
Antonio nos comenta que estos no serían puntos muy aconsejables para la realización de un pozo.
Buscamos un cuarto punto, aquí gravamos un pequeño vídeo, no es muy bueno, pues la asistente grababa al mismo tiempo que colocaba las monedas, jejeje.
Para terminar la sesión, Antonio nos invitó a probar la experiencia, empezamos marcando poquito, pero nos comenta que con la práctica podemos llegar a marcar mucho mejor!!!!
Bueno, seguiremos practicando, ya que no tenemos excusa pues Antonio nos ha regalado un péndulo con solera.
Toda la mañana buscando agua, y al final fue ella la que nos encontró, que gracioso, una leve lluvia nos dio la bienvenida y el bautismo en este apasionante arte de la Radiestesia.
Ésta, solo ha sido la primera lección, así que nos queda un camino excitante por recorrer.
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