En estas fechas cumplimos un año de nuestra llegada al MATARRAÑA, comenzamos en el valle del Tastavins y en estos días nos hemos
trasladado a FÓRNOLES, uno de los pueblos más desconocidos del Matarraña y no
por eso menos interesante y sorprendente.
Lo primero que nos llama la atención al llegar aquí son las impresionantes vistas que hay desde cualquier parte del pueblo.
Vistas desde nuestro futuro Huerto
La Balsa, situada a la entrada del pueblo y sobre un sustrato impermeable de arcilla, se conserva en buen estado y es de las pocas de la comarca que está todavía en uso. Esta Balsa se utilizaba para el abastecimiento de agua para usos domésticos y para el riego.
Después damos un paseo por sus calles, en las que vamos descubriendo bonitos rincones y una arquitectura vernácula interesante, en la
que destacar su trazado medieval de calles estrechas e intrincadas en
la subida al castillo.
Uno de nuestros rincones favoritos
Trazado medieval
Antes de la subida al castillo, en la Plaza Mayor, nos encontramos dos interesantes edificios; por un lado el Ayuntamiento de Fórnoles, cuya planta baja conserva la estructura original de estilo renacentista y en la que se ubican la Lonja y la antigua cárcel.
Y junto al ayuntamiento La Casa Delme, casa solariega que data de los siglos XVI-XVII, donde los Calatravos cobraban el diezmo, convertida hoy en día en apartamentos turísticos.
Desde la zona del castillo, tenemos una panorámica fantástica de toda la población.
Continuando nuestro paseo hacemos varias paradas, la primera
en la herrería de nuestra amiga Nika, la cual es un ejemplo de conservación de
nuestra tradición tanto por el continente como por su contenido.
El Portal del Collado, una de las puertas de la antigua muralla medieval, que daba acceso a la población. Está definido por un arco de medio punto hacia el exterior y un arco rebajado en el interior.
La Casa-Museo de Braulio Foz, muestra de la arquitectura popular de la zona. Construida en mampostería y tapial, con vanos adintelados en piedra o madera, y la característica solana para secar los frutos, en la planta superior. Cabe destacar una más que correcta intervención en su restauración.
Siguiendo por esa misma calle llegamos a la Iglesia de Santa
Maria la Mayor, que conserva parte de la primitiva construcción gótica, que
fue ampliada hasta el aspecto actual en los s. XVI y XVII.
Y ya acabando nuestro primer paseo no podemos obviar un par
de elementos bien singulares: unas pequeñas cuevas que encontramos dentro del
casco urbano, y otro elemento bien simpático que nos recuerda que el baño seco
ya estaba inventado hace mucho tiempo, jajajaja.
Y para el que todavía no nos conozca, aquí os dejamos el
enlace de Aragón TV, en el que hablamos de nuestra llegada a Fórnoles (minuto
19 en adelante)
Nos seguimos encontrando por el Matarraña!!!!!
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